jueves, 12 de diciembre de 2013

¿Botellón en la Biblioteca de Castilla-La Mancha?

¿Botellón en la Biblioteca de Castilla-La Mancha?

Juan Sánchez. Director de la BCLM.
Ruth Rodríguez. Directora de Verbalina.


Es verdad. En la Biblioteca de Castilla-La Mancha, se desarrollará mañana un botellón. Probablemente es la primera vez que esto ocurre en una biblioteca. Por eso, estos días, especialmente en Toledo, la gente se pregunta “¿Botellón en la Biblioteca?“. Y la respuesta es sí, aunque con matices: es una iniciativa que hemos denominado BiblioBotellón (con las abreviaturas de BB). Tal vez mucha gente se sorprenda que se haga esta actividad en la biblioteca, precisamente cuando está dirigida por quien en ocasiones ha dicho: “La Biblioteca es una alternativa al Botellón” ¿Contradicción? No, simplemente deseamos atraer a nuevos usuarios a la Biblioteca, especialmente a los  jóvenes. Y hemos decidido hacerlo con su lenguaje pero con nuestras armas: los libros, la cultura, la imaginación. Escuchamos a menudo: “Esta juventud solo piensa en beber”, “en el botellón, en eso es en lo único que piensan los chicos de hoy día...” Son comentarios que podemos escuchar tanto en la parada del autobús como, paradójicamente, en boca de adultos en la barra de un bar. Sin embargo,  también son muchos los jóvenes que comentan que un botellón ofrece la oportunidad de conversar, reir, compartir experiencias y creatividad porque... en los botellones también hay jóvenes que tocan la guitarra o hay raperos espontáneos que recitan sus versos recién creados en los parques y plazas.
El botellón como medio de encuentro de una juventud que siente la necesidad de crear y compartir es la idea que ha recogido la Biblioteca de Castilla La Mancha para convocar a jóvenes entre 14 y 25 años y dar cauce a estas inquietudes expresivas y artísticas. Porque la cultura de la calle también tiene su espacio en las bibliotecas y viceversa, se han diseñado, en colaboración con Verbalina Escuela de Escritura Creativa, una serie de actividades para el BiblioBotellón que tendrá lugar el 13 de diciembre a partir de las 6 de la tarde en el espacio Enclave Joven de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
            Mañana, pues, puede ser un gran día, parafraseando la canción. En lugar de alcohol u otras bebidas, los jóvenes pueden acudir con sus botellas. Quien venga al Biblio-Botellón debe traer  su botella. Pero en su interior habrá un poema, un micro relato o la cita del libro que más le haya gustado o influya en el joven. También la botella puede ser decorada: ¡muchos jóvenes son geniales y creativos artistas y seguro que harán verdaderas obras de arte!
Grafiti-Versos será la primera actividad. Los jóvenes que lo deseen pueden  participar en el diseño de un mural donde se “grafitearán” versos.
Después llegarán los raperos y poetas: Raperos vs. Poetas Los amantes de las "peleas de gallos" raperas y de las justas poéticas podrán participar y el público elegirá al mejor. Daniel Modroño (Perro flaco) será el maestro de ceremonias. Todavía se admiten inscripciones en: poetryslamtoledooficial@gmail.com o en el propio BiblioBotellón.
La siguiente iniciativa se denomina El MicroLibre en 1000 idiomas El Botellón. Se trata de compartir ese texto que a cada uno le gusta (relatos, poemas, microrrelatos...). Textos de autores famosos o de cada uno. El micrófono estará abierto y la directora de Verbalina, Ruth Rodríguez, será la encargada de agitar o mezclar (como los célebres martinis de J. Bond) este MicroLibre.
Un  sugerente  poemario de Alicia Es. Martínez,  No se miran las bragas a la muerte, abrirá un debate entre los jóvenes y la autora, que escenificará algunos de los poemas.
Llegará después el turno a la música con la actividad PoesiMúsica: El poeta Carlos Ávila, además de recitar sus propios poemas (absurdos y divertidos unos, sociales y de amor otros), cantará acompañado por su guitarra los versos de otros poetas conocidos.
Y el fin de fiesta llegará con el fallo del concurso de Nanorrelatos #BB: los asistentes del BiblioBotellón podrán votar su nanorrelato preferido del concurso que hasta hoy 12 de diciembre (inclusive) está abierto a través de twitter.
Tal vez mañana a la Biblioteca de Castilla-La Mancha no acudan las multitudes que asisten a un botellón tradicional. Pero seguro que llegarán muchos jóvenes, probablemente amantes del diálogo, del respeto, del encuentro con otros, de la cultura, de la poesía, de la música, del arte, de la imaginación. Y muchos de ellos tal vez sea la primera vez que, como iniciados, visiten la Biblioteca de Castilla-La Mancha. Y seguro que volverán: porque las bibliotecas, además de constituir  la puerta a la sociedad de la información, el lugar de acceso democrático a la educación permanente y la cultura, son lugares llenos de magia. La Biblioteca de Castilla-la Mancha es también un buen destino para el ocio positivo de los jóvenes, un lugar abierto a todos, un centro de participación ¿Te atreves a descubrirlo?




lunes, 9 de diciembre de 2013

Entrevista en Ibercampus.es . "Alejar a las bibliotecas de las claves de la construcción pública sería un error"


Entrevista en Ibercampus.es. "Alejar a las bibliotecas de las claves de la construcción pública sería un error"  Autor: Hipólito M. Clavero (Maestro Ciruela, seud.)


Juan Sánchez: "Alejar a las bibliotecas de las claves de la construcción pública sería un error

Juan Sánchez Sánchez es el actual director de la Biblioteca pública de Castilla-La Mancha. Licenciado en Geografía e Historia, siente pasión por las bibliotecas públicas a las que ha dedicado gran parte de su trayectoria personal y profesional. Sánchez fue uno de los impulsores del proyecto de los 90 pedagógico que dotó a las localidades de más de 1.000 habitantes de una biblioteca. Narra a Ibercampus.es la situación de las bibliotecas ante la crisis.






Historia personal y currículo vital.

Trabajé en la Biblioteca Pública del Estado y Centro Coordinador Provincial de Bibliotecas de Toledo en los años setenta, fundamentalmente en el servicio de bibliobuses. En los inicios de los años ochenta, articulé el Comité Permanente de apoyo a la biblioteca pública de Toledo, en defensa de esta Biblioteca. Durante el período 1984-1990 asumí, sucesivamente, la dirección del Gabinete del consejero de Educación y Cultura del Gobierno de Castilla-La Mancha; del consejero de Relaciones Institucionales y del Vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha.

En marzo de 1991 fui nombrado Jefe del Servicio Regional del Libro, Archivos y Bibliotecas de Castilla-La Mancha, trabajo que desempeñé hasta enero de 2006. Fue una etapa verdaderamente apasionante: nos planteamos el reto, un poco utópico, de democratizar los servicios públicos de lectura hasta conseguir que la biblioteca pública fuese una realidad en todos los municipios de Castilla-La Mancha. Éramos un grupo de profesionales que no compartíamos ese límite que establece la Ley de Bases de Régimen Local que situaba la obligatoriedad de que hubiese biblioteca en los municipios mayores de 5.000 habitantes. Fuimos haciendo una labor pedagógica con los políticos municipales y conseguimos, mediante políticas de apoyo a los ayuntamientos para la contratación de personal, adquisición de colecciones, reforma y construcción de centros, etc. impulsar y desarrollar una Red de Bibliotecas Públicas superior a los 500 centros: todas las localidades de más de 1.000 habitantes se fueron dotando de biblioteca e incluso en muchos pueblos más pequeños; y los restantes fueron servidos por una flota de bibliobuses de última generación que fue creciendo. Fue un trabajo en equipo con muchos profesionales y en coalición con la sociedad; también logramos la complicidad de los políticos, a los que intentamos convencer que la biblioteca era un servicio público básico, tan importante como un centro de salud o un centro educativo. Hemos publicado muchos trabajos sobre los logros de esa política bibliotecaria, no exenta de riesgos y de problemas.

A partir de 1998, con la apertura de la Biblioteca Regional, utilizamos este centro para mostrar a la sociedad de Castilla-La Mancha cómo debía ser una biblioteca, qué servicios debe prestar, con qué recursos….Y fue un buen camino, pues los alcaldes se dieron cuenta de que la biblioteca era algo más que un depósito de libros y que necesitaba bibliotecarios profesionales, que son el corazón de la biblioteca. Entre el equipo de utópicos estuvieron bibliotecarios tan importantes como Joaquín Selgas, hoy director de la Biblioteca del Banco de España; Javier Docampo, actualmente director de la biblioteca del Museo Nacional del Prado; y Oscar Arroyo, ahora Jefe del Servicio de bibliotecas y lectura de Castilla-La Mancha. http://www.ibercampus.es/juan-sanchez-alejar-a-las-bibliotecas-de-las-claves-de-la-26337.htm
Desde febrero de 2006 hasta noviembre 2012 desempeñé la jefatura del Servicio de Enseñanza Universitaria en la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, con todas las funciones y competencias técnicas sobre enseñanza universitaria y la adaptación de las titulaciones y programas al Espacio Europeo de Educación Superior.

Participé activamente en la creación de la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha, en el Alcázar toledano, redactando sucesivos proyectos desde 1985 a 1998; y desde diciembre de 2012 soy Director Gerente de esta Biblioteca.

En el ámbito de las bibliotecas he publicado Combates por la biblioteca pública en España (2006) y En defensa de la biblioteca pública (2012). Ambos volúmenes recogen buena parte de las investigaciones, conferencias, artículos y otros trabajos escritor desde 1978. Completa la trilogía de libros dedicados a las bibliotecas una novela corta, orientada a todos los públicos pero que ha sido incluida en una colección de narrativa juvenil, Rebelión por la biblioteca, con el objetivo de fomentar los valores de la biblioteca pública y servir de referencia en la lucha para defender a estas instituciones culturales e informativas.
Como historiador he publicado numerosas investigaciones y soy Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y Consejero del Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos. Entre mis libros de historia destacan: Toledo y la crisis del siglo XVII. Análisis demográfico y social (1981), La sociedad toledana y los orígenes del alumbrado eléctrico (1982) y Maximiano Estanislao de Lucas: Pasión por Olías del Rey (2013), junto a otras obras escritas en colaboración con varios autores. Ha escrito también sobre la Sociedad Económica de Amigos del País de Toledo, el movimiento obrero y alguno de sus líderes, como Manuel Puñal; el fotógrafo Casiano Alguacil; la bibliografía toledana o algunos de los arzobispos de Toledo.

Otra de mis vertientes ha sido la presencia en los medios de comunicación. En esta faceta he colaborado con diversos medios nacionales, regionales y provinciales, escribiendo artículos de opinión fundamentalmente de temas socioculturales, políticos y bibliotecarios. Mi libro, Soy un hombre libre. Confesiones de un espectador con Toledo al fondo (1995) recoge una selección de unos artículos periodísticos. Y en los dos primeros volúmenes de la trilogía dedicada a las bibliotecas se incluyen los artículos de prensa dedicados a las bibliotecas públicas.
Recientemente he publicado mi primer poemario, Hombre en camino (2013), testimonio de fe en mi historia personal y familiar, en el que invito a que Cristo sea el Camino de los cristianos. En esta misma vertiente de creyente, está en prensa un próximo libro: Hijo de Dios y de la Iglesia. Presencia pública de un cristiano, que aparecerá en los inicios del año 2014.

¿En qué consiste tu trabajo actual?
Como he dicho, llevo un año dirigiendo la Biblioteca de Castilla-La Mancha, en el emblemático Alcázar de Toledo. Cuando en 1984 decidimos intentar que este edificio fuera sede de la Biblioteca de Toledo, acogía el Museo del Asedio, muestra de la lucha de la Guerra Civil y que tenía un significado de división en la sociedad española y toledana. Tras muchísimos problemas, el Gobierno de Castilla-La Mancha, con la ayuda de intelectuales y colectivos socioculturales, logró instalar en el Alcázar dos bibliotecas: la Pública del Estado en Toledo y la Regional, pero articuladas de forma que son un único centro: la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

De forma que aunque este año estamos celebrando el XV Aniversario de la Biblioteca, las raíces de nuestra biblioteca tienen unos 240 años y se basan en la biblioteca arzobispal de Toledo, primero, y después en la Biblioteca Provincial. Las colecciones de los cardenales Lorenzana y Borbón, ampliadas luego con las obras de los conventos suprimidos en la desamortización de mediados del siglo XIX y por otras colecciones que se fueron sumando: las pertenecientes a los jesuitas tras su expulsión, la antigua Universidad de Toledo o las bibliotecas de Buero Vallejo, Javier Malagón Barceló… Esta última donación se compone de aproximadamente 11.000 volúmenes muchos de ellos publicados por exiliados españoles en América, por lo que tienen gran interés. En total las colecciones de la Biblioteca tienen cerca de los 450.000 documentos, de los cuales 102.000 son de fondo antiguo (hasta 1900).
Creo que esta configuración del centro fue un acierto: conviven niños y en general usuarios de una biblioteca pública con investigadores y otros especialistas. Vienen inmigrantes, universitarios, hombres y mujeres…

No hay barreras ideológicas, de idioma, de raza, de sexo, de edad…Es una biblioteca para todos los públicos que no sólo constituye la cabecera de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha sino que es sin duda un centro cultural de referencia y utilización mayoritaria por los ciudadanos toledanos y de otras localidades. Situada en la octava planta del Alcázar (actualmente las plantas inferiores las ocupa el Museo Nacional del Ejército) la Biblioteca ofrece unos servicios de altísima calidad, auditados por AENOR, y una plantilla de profesionales que supera las 70 personas, con unos horarios de apertura al público de 8:30 a 21:15 viernes a sábado y los sábados de 9 a 14 horas. Sinceramente creo que el Alcázar vive ahora su Edad de Oro desde el punto de vista de su utilización por los ciudadanos.

Junto a los tradicionales servicios de cualquier biblioteca pública de calidad, nos hemos empeñado en que constituya un centro de reflexión, de debate, de encuentro…Uno tras otro se van sucediendo ciclos de conferencias creemos que de gran interés ciudadano, y buena prueba de ello es que se ha conseguido que los medios de comunicación sean nuestros aliados estratégicos, junto a los propios ciudadanos, que incluso han formado una Asociación de Amigos de la Biblioteca de Castilla-La Mancha que constituye una de las grandes fortalezas de nuestro centro.
Con cerca de 300.000 usuarios al año y más de 40.000 socios activos (prácticamente el 50% de los habitantes toledanos), la Biblioteca es probablemente el servicio público mejor valorado de la ciudad y constituye un centro neurálgico de la comunidad. Desde este lugar privilegiado se contempla en todas sus perspectivas la maravillosa ciudad de Toledo, declarada Patrimonio de la Humanidad. Asomarse a cualquiera de sus balcones o ventanales supone ver Toledo desde el cielo de la Biblioteca de Castila-La Mancha. Pero lo que verdaderamente importa es adentrarse en sus salas y verlas todas llenas de vida, de gente, de usuarios activos.

Invito a visitar la web de la Biblioteca para tener una aproximación de esta Biblioteca que aúna espacios y ambientes muy distintos: salas históricas como la Borbón-Lorenzana, con estanterías del siglo XIX; o la sala Castilla-La Mancha, con las estanterías originales que mandara construir el ilustrado Lorenzana a finales del siglo XVIII; o la espectacular sala general de lectura que diseñó el arquitecto y periodista gráfico José María Pérez (“Peridis”). Pero estas apariencias patrimoniales, que dan cobijo a fondos tan importantes, se mezclan con el nuevo espacio para lectores jóvenes “Enclave Joven”, la bebeteca, la sala infantil, la sala de préstamo o la sala de conferencias. Lo cierto es que esta biblioteca rebosa vida y actividad durante todo el día. Y un dato muy importante: tenemos 13 clubes de lectura; contábamos con 11, todos ellos formados por adultos, y este año hemos conseguido que se pongan en marcha un club juvenil y otro infantil. Y en esta línea vamos a seguir.

Tal vez por ello, el Conservatorio de Música elige nuestro centro para que sus alumnos realicen sus conciertos mensuales, las editoriales desean que sus libros se presenten en esta biblioteca, hay músicos y grupos que también eligen esta biblioteca para presentar sus nuevos discos, y los libreros de la ciudad optan por nuestras instalaciones para traer a los escritores de mayor renombre. A veces realizamos algunas iniciativas singulares, como el flashmob que se desarrolló en la sala general de lecturael pasado 30 de noviembre, o el Biblio-Botellón que vamos a realizar el 13 de diciembre. Ambas iniciativas, y otras, tienen el objeto especial de intentar atraer a nuevos usuarios, a nuevos lectores, especialmente entre la población juvenil.

Por esta misma razón, con la Asociación de Amigos de la Biblioteca, hemos diseñado el programa “Jóvenes Lectores Europeos”, que ha sido presentado a la iniciativa “Juventud en acción” de la Unión Europea y ha sido elegido y financiado; este programa nos va a permitir seguir en la línea de hacer llamamientos a jóvenes con distintas estrategias e intentar que se conviertan en lectores y usuarios estables. Digamos que nuestra filosofía no es pescar en pecera, sino remar mar adentro para conseguir nuevos usuarios en zonas no tradicionalmente vinculadas con la cultura.

Otro conjunto de iniciativas las agrupamos en el programa “Pasión por Leer”, dirigido tanto a jóvenes como adultos, y que consiste en la convocatoria de 6 certámenes: relato, relato juvenil, fotografía y composición musical. Todos ellos tienen como característica que el objeto tiene que estar relacionado con los valores de la biblioteca, la lectura, la información….Y los restantes certámenes son de pintura rápida, también para jóvenes y para adultos, y servirán para que otros colectivos conozcan nuestra biblioteca. Se llaman: Pinta Toledo desde el cielo de la Biblioteca. Digamos que todos estos certámenes intentar situar ala biblioteca en el foco de la vida cultural e incrementar nuestra presencia pública en la sociedad y en los medios de comunicación.

Ahora empezamos un programa regional de visitas a la Biblioteca que denominamos “Las culturas del libro” dirigido a centros educativos, asociaciones socioculturales, asociaciones vecinales…. Los grupos vienen a conocer la Biblioteca, que es la casa de los libros de todas las culturas, y además pueden visitar otros centros y museos de la ciudad de otras culturas: la mezquita del Cristo de la Luz como representativa de la cultura musulmana, el museo sefardí y sinagoga del Tránsito, como eje de la cultura judía; o la iglesia de San Román y Museo de los Concilios como muestra de la cultura cristiana. Los grupos sólo se dirigen a la Biblioteca y nosotros coordinamos con los otros centros la visita, siempre gratuita. Lo importante, de nuevo, es la filosofía de trabajar cooperando con otras entidades, con la sociedad.

Pero además estamos intentando trabajar y ofrecer servicios a los centros docentes de toda Castilla-La Mancha. Les recordamos que podemos facilitarles lotes de préstamo colectivo, que pueden utilizar nuestras instalaciones, que podemos adquirir ejemplares de los libros que han recomendado leer a sus alumnos, que hacemos formación de usuarios…. Un proyecto muy importante está comenzando: la Biblioteca dirige y coordina el Catálogo Colectivo de la Red de Bibliotecas de Castilla-La Mancha, al que ya pertenecen cerca de 400 centros; ésta sin duda una de las tareas más importante que hacemos los profesionales que trabajamos en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, aunque sea muy silenciosa y a veces invisible; pero ahora, con el Servicio Regional de Bibliotecas y la Dirección General de Calidad Educativa se están poniendo los cimientos de otro catálogo colectivo: el de los centros educativos. Es verdad que las bibliotecas escolares son la gran asignatura pendiente en nuestro país de la política educativa y ahora, con la crisis son más difíciles las iniciativas de cambio estratégico(creación de bibliotecarios escolares, etc.). Pero ante el desierto hay dos opciones: seguir en él o iniciar la sembradura de acciones. En Castilla-La Mancha de nuevo hemos optado porno resignarnos o quedarnos con los brazos cruzados y con un grupo numeroso de centros educativos se está iniciando esta experiencia piloto.

En definitiva, llevo un año dirigiendo este centro y hemos optado por una actitud activa. Frente a la crisis, los recortes, los escasos presupuestos…pretendemos que nuestro centro sea un faro de esperanza y de solidaridad, un centro de debate y reflexión, un espacio de participación ciudadana y un motor de cooperación: trabajamos en colación con la sociedad, con las ONGs, con las instituciones culturales, con las distintas administraciones públicas, con asociaciones de todo tipo… Y estamos intentando promover una cultura del trabajo colectivo en el que estamos intentando implicar a otras entidades: la Fundación Caja Rural de Castilla-La Mancha, la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, el Arzobispado, la Fundación la Caixa, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y sus centros….En tres ocasiones anteriores me ofrecieron dirigir este centro y decliné la invitación, pues entonces me encontraba desarrollando políticas para las bibliotecas municipales; y hace un año, cuando me ofrecieron la dirección todo el mundo me desanimaba pero acepté.

El resultado es que cada día estoy más contento y comprometido: creo que, incluso con pocos recursos económicos, se puede hacer mucho por la sociedad en una biblioteca pública si se tienen las convicciones necesarias sobre la importancia estratégica que tiene el servicio de biblioteca en la sociedad.

¿Qué servicios fundamentales crees que pueden seguir ofreciendo las Bibliotecas Públicas teniendo en cuenta el reciente desarrollo tecnológico de teléfonos móviles e inteligentes, tabletas, ordenadores portátiles, etc?
Creo que la respuesta a la segunda pregunta da suficientes claves de por dónde debe caminar la biblioteca pública. Tal vez pueda aplicarse a las bibliotecas la clásica frase proverbial de que ”Los árboles no dejan ver el bosque”; yo añadiría que los “árboles tecnológicos”, muy importante sin duda en la biblioteca, tal vez escondan el valor esencial de la biblioteca pública. Este centro es la puerta democrática de acceso a la información y la cultura para el conjunto de la sociedad, para todos los ciudadanos, sin brecha digital. Desde hace años, y aún hoy, muchos políticos justifican su poco apoyo a los servicios públicos de biblioteca en el desarrollo de las nuevas tecnologías, en el uso de Internet. Pero ese planteamiento es falso: la biblioteca pública no sólo contiene colecciones, en papel o digitales, u ofrece acceso a la información a través de sus recursos. La biblioteca es, de forma natural, el centro de la comunidad local: lugar de encuentros, de debate, de formación, de educación permanente, de actividad cultural, también de creación cultural…

La UNESCO, en sus sucesivos manifiestos de la biblioteca pública ofrece muy bien las claves de lo que es este servicio público y de la obligatoriedad de los distintos gobiernos en todos los ámbitos de las administraciones públicas de apoyar y financiar estos centros. Las bibliotecas (pequeñas, medianas o grandes) tienen una característica que parece absurdo tener que reiterar, pero que es necesario: tienen profesionales, necesitan profesionales. Aunque parezca una verdad de Perogrullo: no hay biblioteca sin bibliotecario, porque el bibliotecario es el corazón de la biblioteca.

Un bibliotecario no es sólo un mediador de la información, es un profesional que conoce las fuentes de la información y las pone a disposición de los ciudadanos; pero también diseña proyectos culturales; y también es un dinamizador cultural en la comunidad que entra en contacto con otros centros, con otros especialistas, con los ciudadanos… Sigue siendo una fortaleza de las bibliotecas públicas el carácter gratuito de sus servicios, que hace que el acceso no tenga límites, que no haya barreras. No me gustan los escritores que no apoyan a la biblioteca pública: se creen autosuficientes, sin necesitar nada, olvidando que hay muchos sectores de la sociedad que sólo podrán acceder a sus obras y a los recursos informativos o culturales de todo tipo a través de una biblioteca o, aún más, de una red de bibliotecas públicas. La biblioteca pública tiene una grandeza democrática que la convierte en un servicio público esencial, tanto como un centro sanitario o un centro docente. Vivimos en una sociedad en crisis, no sólo económica sino de valores, también de valores democráticos, de tolerancia, de respeto, de búsqueda de la verdad entre todos; y la biblioteca pública tiene unas funciones esenciales en la construcción de la sociedad porque las tiene propiamente en la formación integral de los ciudadanos.

Leer, estar informados, ser capaz de construir con otros, estar abiertos al diálogo… son características de la persona que surge de una biblioteca pública: en las bibliotecas, como en las familias, se construyen ciudadanos libres, críticos, tolerantes, participativos, soñadores, utópicos, constructores del bien. Si la lectura no fomenta la construcción de buenos ciudadanos, estaremos haciendo algo mal. Creo en el valor de la lectura y en general de la cultura y de la información, y ninguna institución está más capacitada que la biblioteca pública para realizar esa obra importantísima.

Pero, además de los conceptos fundamentales, creo que la biblioteca pública tiene que tener recursos para ir adaptándose a los nuevos entornos tecnológicos y ofrecer gratuitamente los servicios que los sectores mejor situados económicamente hoy tienen como servicios de pago. Aquí, por ejemplo, está el reto de los libros electrónicos. Vamos a ver cómo sale la experiencia que ha iniciado el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; los editores se equivocan, como ocurrió cuando se inició el desarrollo de los videos, de los DVDs, de los CDs. Veían a las bibliotecas como competidoras en lugar de como aliadas. Los editores tienen que hacer un esfuerzo para que las bibliotecas públicas puedan ofrecer a sus usuarios las últimas novedades en soporte electrónico sin que ello suponga que la biblioteca tengan que poner a disposición de esas nuevas colecciones, que deben adquirirse para red, cuantiosos recursos que no tienen.

Las bibliotecas tienen que asumir su papel esencial de alfabetizadoras en las tecnologías de la información. Y tiene que haber un planteamiento, unas políticas bibliotecarias, realmente de Estado: si no se plantean estas cuestiones como un proyecto colectivo de nuestro país, será muy difícil que las bibliotecas públicas estén a la altura de las necesidades de nuestro tiempo.

 ¿En qué situación se encuentra el desarrollo de los servicios de las Bibliotecas Públicas en España comparándolos con los que prestan los países más desarrollados en estos temas: Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos, etc?

Sin duda España ha vivido un fuerte desarrollo de los servicios de biblioteca pública en las últimas décadas. Pero es un resultado no armónico, muy heterogéneo, muy desigual en cada comunidad autónoma. Soy un firme defensor del Estado de las Autonomías, pero ha habido muchos errores que no se han corregido. Desde mi punto de vista en el tema de la biblioteca pública se ha creado todo un marco de desigualdades entre ciudadanos, entre ciudades, entre regiones. Al no existir una política de Estado, que lógicamente debería haberse consensuado entre el Ministerio de Cultura y las comunidades autónomas, ha habido políticas bibliotecarias muy diversas; digamos que, como en otros temas, las regiones y las ciudades han avanzado con muy distinta velocidad.

En muchos casos no ha habido propiamente política bibliotecaria; a veces se ha trabajado a golpe de ocurrencias; en ocasiones se han planteado políticas muy serias y estables que han dado fruto; pero demasiadas veces se ha caído en las iniciativas personales, en el voluntarismo. Yo mismo reclamé con insistencia una Ley de Bibliotecas para el conjunto del país: lo hice en artículos de prensa, en foros profesionales, ante políticos y personalidades con posibilidades de tomar iniciativas…Y fue predicar en el desierto: cuando a nivel estatal se planteó por fin la ley se crearon expectativas.

Una serie de profesionales acudimos a los representantes políticos; FESABID y otras entidades presentaron propuestas e incluso participaron en reuniones parlamentarias; pero finalmente el gobierno socialista, que había admitido bastantes propuestas, dio marcha atrás en el último suspiro parlamentario y aprobó una ley que no tiene ninguna utilidad desde el punto de vista de resolver los problemas históricos de la biblioteca pública en España. Incluso tuvieron el cinismo de decir que era una ley que había incorporado las propuestas profesionales, pero lo cierto es que finalmente hicieron sólo un ejercicio de escenificación democrática.

No es momento ahora de ofrecer datos de estas desigualdades. Ahí están los trabajos de profesionales tan acreditados como Hilario Hernández, José Antonio Merlo…Yo mismo publiqué una serie de investigaciones al respecto. Lo cierto es que ahora, con la crisis, se ven nítidamente los problemas estructurales que hemos mencionado algunos bibliotecarios. En las colecciones, en los recursos humanos, en las actividades culturales, en los edificios e instalaciones….Cada uno ha hecho lo que ha podido, pero el drama ha sido siempre que, a pesar de las legislaciones autonómicas, el servicio de la biblioteca pública está insuficientemente regulado. Sigue vigente, de momento, la obligatoriedad de que los municipios con más de 5.000 habitantes tengan biblioteca pública, aunque en la mayoría de los casos nada se dice de cómo tienen que ser esos servicios.

Estamos en muchos casos como cuando en una ciudad capital de provincia había un instituto o un hospital. Nada tiene que ver, en general, el desarrollo de los servicios sanitarios o educativos con el de las bibliotecas públicas. Y poco tiene que ver el desarrollo y la prestación de los servicios bibliotecarios en España con el de los países más avanzados: Noruega, Finlandia, Reino Unido, Alemania…. En esos países, además de las importantes colecciones, lo que destaca es sobre todo la importancia institucional que se otorga a la biblioteca pública y no existen los vaivenes que vivimos en nuestro país: podría hasta cierto punto normal una bajada de presupuestos en el contexto de la crisis económica y financiera que afecta a nuestro país; pero no es normal que se estén cerrando bibliotecas, que haya centros que se quedan sin bibliotecario, que haya drásticas disminuciones de horarios de apertura…

Y lo más grave, es que en el nuevo panorama de la legislación municipal se corre el riesgo de que al no haberse clarificado a quién compete la financiación de las bibliotecas públicas, muchas más puedan desaparecer, sobre todo en municipios pequeños. La política de subvenciones como sistema estable ya la puse en entredicho hace una década, y ahora se comprueba que las administraciones autonómicas están dejando de apoyar a una serie de servicios municipales, entre ellos las bibliotecas. Hace falta un debate político, democrático, serio. Pero, especialmente, hay que poner sobre la mesa, en los medios de comunicación, en la oficina del Defensor del Pueblo, en los despachos de los parlamentarios de todos los partidos, la necesidad de que la biblioteca pública sea realmente un servicio básico de primer orden en la sociedad española, que no es un adorno, que es una necesidad democrática y educativa. La biblioteca pública es la puerta para la sociedad de la información, y no puede existir esta sociedad sin unos potentes servicios de biblioteca pública.

¿Qué estimas que pueden hacer las bibliotecas y los bibliotecari@s para ayudar a sus usuari@s a tener en España y Europa una situación socioeconómica desahogada?
Muchos dirán que, como el mayor de los problemas actual de nuestra sociedad es el desempleo, poco podemos hacer ahí las bibliotecas y los profesionales que en ellas trabajamos; y también es cierto que los ejes del poder socioeconómico no están en las bibliotecas. Pero creo que alejar a las bibliotecas de las claves de la construcción pública sería un error. Entre los planes de formación, entre las actividades de información que en todos los ámbitos desarrollan de forma cotidiana las bibliotecas públicas, está todo lo relacionado con el empleo: en la Biblioteca de Castilla-La Mancha hemos organizado talleres de autoempleo, conferencias con técnicas de comunicación adecuadas para conseguir empleo, etc. Pero lo importante pienso que es que la biblioteca pública constituya una institución relevante en el marco local: que sea un lugar desde el que los intelectuales y los ciudadanos hagan propuestas para la ciudad y por la ciudad, siempre de forma positiva, con un escrupuloso respeto a la libertad…

El filósofo José Antonio Marina vino en mayo a la Biblioteca de Castilla-La Mancha a pronunciar una conferencia dentro del ciclo “El Toledo que soñamos, el Toledo que queremos” y abrió las puertas de forma maravillosa a una nueva forma de intervención en la vida pública, que no puede limitarse a los partidos políticos. Se dijo entonces en los medios de comunicación locales y regionales que la biblioteca era un “laboratorio para la ciudad soñada” y que “la ciudad debía copiar de los métodos de la Biblioteca”. Hace apenas una semana, en la presentación del libro que recoge todas las conferencias e intervenciones de ese ciclo (que por cierto ha publicado un editor privado), conseguimos que vinieran representantes de los tres grupos políticos municipales, además del representante del Gobierno regional en la provincia de Toledo; y dijeron cosas sensatas (“tenemos que pensar más en los ciudadanos que en los partidos…”, “hay que trabajar juntos por el modelo de ciudad…”) En definitiva, si la Biblioteca tiene presencia pública, entra entonces en el debate público y es un lugar considerado por la opinión pública y por la opinión publicada. En esta estrategia estamos trabajando nosotros.

Deseo poner otro ejemplo: llevamos meses articulando un programa que se inició en la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca y que se denomina “Biblioteca Solidaria”. Hemos querido hacer más fuerte ese programa local e intentamos que se convierta en un programa de la Red de Bibliotecas Públicas de Castilla-La Mancha. De momento son dos bibliotecas importantes las que estamos ahí, pero espero que siga creciendo. Es un programa para sectores en riesgo de exclusión social, en el que en la Biblioteca de Castilla-La Mancha vamos a poner en marcha 13 iniciativas concretas, y hay incluso más en Cuenca.

Vamos a trabajar conjuntamente con las administraciones local y regional en el ámbito de los servicios sociales y con las ONGs y organizaciones humanitarias; y hemos iniciado la campaña de captación de voluntarios. En apenas una semana ya tenemos cerca de 30 voluntarios, con muy buen perfil, a los que ahora tenemos que formar. Este es el programa que no puede ser flor de un día sino que es un programa estratégico: toda la Biblioteca, y todo el personal de la Biblioteca, hemos de estar en clave de solidaridad. La acogida y la repercusión social y mediática está siendo muy importante: nos miran, nos respetan. ¿Por qué no vamos a poder influir en la marcha de la ciudad, en el pensamiento? En medio de una sociedad triste, en el que lo único que se escuchan son lamentos, nosotros nos hemos empeñado en constituir una entidad que sea una fortaleza ciudadana, que sea un factor de trabajo colectivo, que sea una antorcha de esperanza y de creatividad.


Pero no sólo por trabajar en el ámbito social. Creo que una biblioteca públicas es un foco democrático muy estimable: tribuna de pensamiento, altavoz de las ideas, lugar de encuentros para la sociedad civil…. Ahora vamos a empezar a trabajar con el movimiento vecinal: una federación de asociaciones de vecinos que agrupa a 15 asociaciones de los distintos barrios de Toledo. No sé si podremos decir algo, hacer algo, pero al menos lo vamos a intentar.

 A tenor de las próximas elecciones europeas al Parlamento ¿Cómo consideras que la Unión Europea tiene en cuenta a bibliotecas y bibliotecari@s? ¿En qué leyes, directivas, reglamentos, tratados,  las citan?

Hace apenas dos meses, el 7 de octubre de 2013, que un
grupo de europarlamentarios ha presentado al Consejo Europeo y a la Comisión Europea una Declaración por escrito “sobre la repercusión de las bibliotecas publicas en las comunidades europeas”. Como preámbulo a su petición citan lo siguiente:

“1. Una encuesta de 2013 sobre los servicios de las bibliotecas públicas en 18 países europeos revela que, el año pasado, casi 100 millones de europeos visitaron su biblioteca pública y que 14 millones la utilizaron para acceder a internet;
2. En los últimos 12 meses, 24 millones de europeos (con más frecuencia las personas mayores, los miembros de minorías étnicas y los habitantes de zonas rurales) han utilizado su biblioteca pública para realizar actividades de aprendizaje no formal e informal;
3. El 83 % de las personas que emplean los servicios gratuitos de ordenadores e internet que ofrecen las bibliotecas públicas afirman que estos han repercutido positivamente en sus vidas —han ahorrado tiempo y dinero, han mejorado sus competencias y han podido acceder a servicios públicos y a recursos relacionados con el empleo y la sanidad—;
4. El año pasado, 1,5 millones de europeos enviaron sus candidaturas para puestos de trabajo y 250 000 encontraron un empleo utilizando el acceso gratuito a internet de las bibliotecas;
5. Las bibliotecas públicas constituyen el único punto de acceso gratuito a internet para 1,9 millones de europeos marginados”

No soy un experto en legislación europea, pero la petición que realizan estos parlamentarios parece indicar que en el ámbito de la Unión Europea puede existir una cierta desprotección de las bibliotecas públicas. Exactamente, finalizan su Declaración con el siguiente párrafo: “Se pide, por tanto, a la Comisión que reconozca los servicios fundamentales que las bibliotecas públicas ofrecen a las comunidades locales y a los grupos desfavorecidos en lo referente a la inclusión digital, la integración social, el aprendizaje permanente y los itinerarios hacia el empleo, así como la función que desempeñan estos servicios contribuyendo a la consecución de los objetivos de la UE”
Puede parecer chocante, sobre todo cuando recordamos la lectura de documentos como las Pautas del Consejo de Europa y EBLIDA sobre legislación y política bibliotecaria en Europa, publicadas en el año 2000. En estas Pautas se contienen afirmaciones tajantes, muy importantes. Citaré algunos ejemplos:

- En cuanto a las medidas de política y legislación bibliotecaria, deben “abarcar todo tipo de soporte informativo, incluyendo la información digital disponible en Internet, con el fin de garantizar a todos los ciudadanos el libre acceso a la información.” Y han de destacar el papel de los servicios bibliotecarios como factor necesario para el mantenimiento y el desarrollo de la democracia. Además, las administraciones centrales y locales deben ofrecer los mecanismos organizativos, económicos y de control necesarios para facilitar el desempeño de tal función y para que los servicios bibliotecarios ocupen su lugar en una política nacional de información”
- En general, “la financiación de las bibliotecas debe constituir una responsabilidad de la administración pública.”
- Los organismos políticos deben “garantizar la existencia de condiciones jurídicas y financieras que aseguren a los ciudadanos un acceso sin restricciones a la información cultural, científica, educativa y social a través de las bibliotecas, con independencia del formato en que se almacene, transporte o distribuya.”

En general, las directivas y normas comunitarias se están refiriendo especialmente a aspectos de la sociedad digital. Y en cuanto a las bibliotecas, a poner en marcha planes de digitalización de contenidos para Europeana y otros repositorios digitales. Pero, como les ocurre a los Estados miembros, tengo la percepción de que no se han afrontado unas directivas muy significativas sobre las bibliotecas públicas. ¿No tenemos los profesionales la sensación de que la brecha se va agigantando? Cuando hay ciudadanos de miles de pequeñas poblaciones que no tienen acceso alguno a servicios de lectura e información pública, lógicamente nos preocupa el estancamiento que está sucediendo en las ciudades, en las regiones y en los propios países. Las estadísticas, al menos en España, son bien elocuentes, igual que en los países con similar situación financiera y social.

Pero me sigue pareciendo dramático que existan ciudadanos sin derecho a la lectura, sin derecho a la información. No hay ciudadanos sin derecho a servicios educativos (mejores o peores) ni ciudadanos sin acceso a servicios sanitarios (también mejores o peores); pero sí hay miles de ciudadanos desprotegidos, sin acceso a servicios de biblioteca pública.

¿No es un síntoma de la importancia que las Instituciones comunitarias dan a la biblioteca pública que esta palabra no aparezca en todo el documento denominado Europa 2020? Efectivamente en este documento que contiene “Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador”, aparecen la sociedad digital, las tecnologías de la información, las industrias culturales e incluso la educación y formación permanente, aspectos todos ellos que podrían considerarse relacionados o vinculados con la biblioteca pública. Pero me parece sorprendente que el término de esta institución emblemática para la educación, la cultura, la información y el ocio positivo no aparezca citado ni una sola vez en todo el largo documento. En tiempos pasados me ocupé de analizar y publicar las propuestas de los partidos políticos en España, aunque eran bien escasas en general. Ahora sería deseable que los europarlamentarios recibieran informes sobre la situación de las bibliotecas públicas en la Unión Europea y la necesidad de que existan directivas concretas regulando tan importante servicio público y exigiendo políticas de información de carácter nacional en todos los Estados y no dejando la cuestión exclusivamente a los políticos locales o regionales.


Si fueras de nuevo un joven universitario que comienza sus estudios ¿Qué consejos les darías para enfrentarse con éxito a su futuro?
La elección de unos estudios universitarios es siempre difícil. Ahora todas, o la mayoría, tienen problemas similares de cara al futuro profesional, pensando en un trabajo futuro. Por ello tal vez es momento de pensar en este futuro desde un punto de vista vocacional (en mi opinión siempre hay que hacerlo así; creo que no tiene mucho sentido escoger unos estudios sólo pensando en las posibles salidas profesionales). Otra cuestión tradicional es el esfuerzo, la dedicación; personalmente yo siempre basé mis estudios y mi actividad en el trabajo; tal vez hay personas brillantes, con grandes cualidades personales e intelectuales; yo, en la balanza, opto por el esfuerzo personal, porque da muchas satisfacciones personales y, a la larga, te permito lograr cumplir los objetivos.

Finalmente, a quienes piensan que con la crisis y las pocas posibilidades de empleo existentes no merece la pena, les diría que eso no es cierto. Precisamente ahora en tiempos de crisis no sólo hay que formarse muchísimo: también hay que saber elegir actividades complementarias que permitan al estudiante estar satisfecho con uno mismo. Si se ha terminado la carrera universitaria y no hay trabajo, hay que seguir formándose y hay que aprovechar ese tiempo para comenzar a investigar. En cualquier área del conocimiento, aunar investigación con estudio resulta fundamental; y desde luego ocupar el tiempo de forma positiva es mucho mejor que desesperarse o dejar pasar el tiempo entre la crítica, el desencanto y el hastío.

Y si aún hay tiempo, este tiempo de desempleo tras finalizar los estudios puede aprovecharse para iniciativas de voluntariado (en las bibliotecas o en cualquier ONG…) ¿Por qué no dar a la sociedad lo que la propia sociedad tal vez te está negando por la falta de empleos? La autoestima es siempre necesaria, y en estos tiempos duros que estamos viviendo es fundamental la actitud de esperanza; y para tener esperanza nada mejor que salir de uno mismo y pensar en los demás.


http://www.ibercampus.es/juan-sanchez-alejar-a-las-bibliotecas-de-las-claves-de-la-26337.htm

lunes, 18 de noviembre de 2013

La Biblioteca de Castilla-La Mancha, en clave de solidaridad

La Biblioteca de Castilla-La Mancha,
en clave de solidaridad
  
            La biblioteca pública es la puerta democrática de acceso a la información, la cultura, la educación permanente y el ocio positivo. Es un lugar de encuentros, de convivencia, de propuestas, de debates… Y acoge a todo tipo de ciudadanos: no hay barreras de edad, sexo, clase social, nivel de estudios o ideológicas. La Biblioteca de Castilla-La Mancha, que celebra ahora su XV aniversario como institución regional, es un centro de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Castilla-La Mancha, y está trabajando para que nuevos usuarios y todos los colectivos sociales tengan en este servicio público un referente y unas instalaciones que  deseen utilizar de forma cotidiana. La fortaleza de las bibliotecas públicas en general, y de la Biblioteca Regional en particular, es que son uno de los servicios más apreciados y utilizados por los ciudadanos y además son accesibles para todos, pues son financiados por la sociedad y son gratuitos para los usuarios, siguiendo lo indicado por la legislación nacional e internacional y por la UNESCO.
            Ahora, en tiempos de crisis socioeconómica, la Biblioteca Regional pretende constituir un faro de esperanza y de solidaridad, y por ello se incorpora al programa “Biblioteca Solidaria” que se inició por la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca. Todo el personal de la Biblioteca está en clave de solidaridad, dispuesto a colaborar en la formación de los voluntarios que respondan a la invitación de participar en alguna de las iniciativas del programa. Pero para desarrollar este programa son imprescindibles los voluntarios: se precisan hombres y mujeres dispuestos a llevar libros y contar historias a personas que están solas en su hogar o se encuentran en residencias de mayores u otros centros sociales; hacen falta voluntarios para acompañar mediante el libro, la lectura  y la narración oral a niños o adultos en hospitales; profesores para ayudar en el estudio a niños y jóvenes en situación de exclusión social o a emigrantes recién llegados a Toledo que necesitan una formación en nuestro idioma; informáticos que deseen compartir sus conocimientos con colectivos necesitados de ser alfabetizados en las tecnologías de la información; voluntarios para ayudar a discapacitados y otras personas con dificultades de comprensión lectora…Y así en tantas facetas como queremos desarrollar en el programa “Biblioteca Solidaria”.
            El llamamiento lo hacemos a todo tipo de personas. Sólo se precisa ser generoso y estar dispuesto a dedicar un poco de tiempo y de su experiencia a personas que están en situación difícil, muchas veces en riesgo de exclusión social. Pueden ser jóvenes, incluso en desempleo, que desean dar algo a la sociedad, aunque ellos mismos estén atravesando tiempos difíciles; profesionales de distintos ámbitos que quieren compartir sus conocimientos por amor al otro; jubilados que buscan seguir siendo útiles en la sociedad; personas que aman el libro y la lectura y desean contagiar su pasión lectora a quienes tal vez aún no han descubierto el importante papel que la información y la biblioteca tiene en nuestro tiempo.

            La Biblioteca de Castilla-La Mancha inicia esta singladura con la firmeza de querer contribuir a la importantísima obra que realizan cotidianamente las organizaciones humanitarias y no gubernamentales (ONGs); pero lo haremos sin pretender suplantar a nadie, ofreciendo nuestra colaboración con los medios de que disponemos: el libro, la lectura, la información, en suma: la biblioteca, al servicio de quienes más necesitan. Por ello, hemos convocado a una reunión el próximo jueves, día 21 de noviembre, en la Biblioteca, con representantes de las distintas ONGs y de las administraciones públicas vinculadas a los servicios sociales. Ofreceremos humildemente nuestra colaboración y buscaremos métodos de trabajo conjunto. Porque  no podremos desarrollar esta aventura solidaria sin los voluntarios. Estamos convencidos de que la respuesta ciudadana expresará que “lo mejor de nuestro Reino son sus gentes”, como afirmara en el siglo XVI el arbitrista toledano Sancho de Moncada. No dudamos de que juntos podremos llevar a cabo este  programa.

jueves, 24 de octubre de 2013

Rebelión por la biblioteca

Rebelión por la biblioteca / Juan Sánchez Sánchez (2013)
Editorial: Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo) : Ledoria, D.L. 2013. Descripción física: 200 p. ; 20 cm  (Colección Eleis).
ISBN: 978-84-16005-03-1
Tercera obra de la trilogía que Juan Sánchez dedica a las bibliotecas públicas. Si las dos anteriores se dirigían especialmente a profesionales, ésta es una novela corta, dirigida especialmente a los jóvenes a partir de 13 años y que además pretende sensibilizar a todos los públicos sobre los valores de las bibliotecas públicas. 


Argumento:
Mónica, directora de una importante biblioteca pública, es cesada por las autoridades a pesar de su importante trayectoria profesional. Un grupo de jóvenes usuarios, integrantes de un club de lectura, inicia una movilización para conseguir que las autoridades rectifiquen y Mónica siga dirigiendo la biblioteca.

          Su protesta es el germen de una verdadera rebelión ciudadana. Bibliotecarios, centros docentes, asociaciones vecinales, artistas e intelectuales y hasta el alcalde de la ciudad secundan las iniciativas del grupo de jóvenes, que con el nombre de Voluntarios Defensores de la Biblioteca consiguen que la sociedad civil no permanezca en silencio ante esa injusticia administrativa.

          Rebelión en la Biblioteca puede ser una especie de Manual para defensores de bibliotecas e intenta promover y difundir los valores de la BIBLIOTECA PÚBLICA.

          Estamos ante una obra repleta de valores, especialmente para los jóvenes: la rebeldía frente a la injusticia, la esperanza, el trabajo en equipo, la lucha por una utopía, la fe y las convicciones personales, la movilización ciudadana… Y la biblioteca, que se convierte en protagonista de una historia.


INFORMACIÓN Editorial Ledoria:  Enlace Editorial Ledoria


martes, 15 de octubre de 2013

Entrevista en ABC. Juan Sánchez: “La biblioteca debe ser una alternativa al botellón”

Ciudad / entrevista a juan sánchez

«La biblioteca debe ser una alternativa al botellón»

Día 17/10/2013 - 11.54h

Este miércoles, a las 17.30, la Biblioteca regional ha celebrado su XV aniversario, con un acto en la Sala Borbón-Lorenzana

Que Juan Sánchez es un enamorado de su trabajo queda claro en el momento que le escuchas hablar de sus ideas al frente de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que cumple 15 años este miércoles, 16 de octubre. ABC ha podido comprobar la pasión del director, que lleva tan solo diez meses en su cargo y ha programado una gran variedad de eventos conmemorativos por el XV aniversario. Además, anuncia otra serie de proyectos, como «En Clave Joven», para atraer a los jóvenes, su principal objetivo.

¿Cómo ve la Biblioteca de Castilla-La Mancha a sus 15 años de vida?
La Biblioteca de Castilla-La Mancha se mantiene como desde su creación, y lo que ha conseguido es crear una opinión pública y publicada distinta, ya que antes de ella las bibliotecas que había en la región carecían de los soportes y materiales de los que dispone ésta, como video, CD-ROM y CDs de música. El efecto ha sido, primero, que los ciudadanos se diesen cuenta de que este es un servicio público básico y de primera línea. Y, en segundo lugar, se trata de un derecho constitucional, porque este es un centro en el que el ciudadano puede crecer como persona, venir a actividades culturales, tener un ocio positivo y educarse en valores. Por lo tanto, la Biblioteca de Castilla-La Mancha ha hecho mucho bien al resto de bibliotecas no solo de la región, sino de toda España, porque las personas tienen una perspectiva distinta gracias a ella. La maravilla es que su espíritu no se ha eclipsado, sino que se ha mantenido en el tiempo, ha hecho un gran esfuerzo en cuanto a las colecciones y prueba de ello es que el Gobierno regional, a través de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, ha mantenido su interés por ella.

La plantilla es su corazón

¿Cuál cree que es la clave del éxito de la biblioteca?
Contamos con una plantilla magnífica, que es su corazón y que funciona como un equipo sin Cristiano ni Messi, con más de 70 personas trabajando infatigablemente en un horario amplio, el más extenso de todas las bibliotecas públicas españolas. Además, tenemos una colección que ha pasado de tener unos 200.000 documentos cuando se creó a más de 420.000 en la actualidad. Aún ahora se siguen comprando novedades y el número de socios sigue creciendo y, a día de hoy, tenemos casi 40.000 socios, a pesar de la crisis. Cuando llegué a la dirección contábamos con un presupuesto de 0 euros para la adquisición de fondos bibliográficos, pero ahora contamos con 40.000 euros, cuando el presupuesto total es de casi 2 millones de euros al año. Estos 15 años han sido los de la consolidación de este modelo. La Biblioteca de Castilla-La Mancha no está en crisis y, si hiciésemos una encuesta, este centro público sería el que mayor aceptación tendría, porque los ciudadanos vienen de forma voluntaria.

¿Qué balance hace de su primer año como director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha?
Es una experiencia apasionante. No me arrepiento en absoluto. Ya me habían ofrecido en tres ocasiones anteriores la dirección, pero yo estaba con el proyecto de la Red de Bibliotecas Públicas. Ahora he aceptado y estoy contentísimo. El trabajo directo con los ciudadanos es muy gratificante. En estos casi diez meses que llevo en mi cargo estamos haciendo esfuerzos en muchas líneas. Primero, para que haya una mayor participación de los usuarios mediante estrategias, concursos y una gran cantidad de actividades. Segundo, para poner en valor las colecciones, aunque hay menos recursos económicos, y también para afianzar la proyección de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

¿Cuáles son sus principales objetivos como director de la Biblioteca?
Estamos intentando potenciar valores estables de lectura porque creemos que nos ayuda a ser personas y a dialogar, porque queremos que los ciudadanos usen más la biblioteca. Para ello, estamos utilizando la estrategia de los clubes de lectura tanto de adultos como juveniles e infantiles. En este sentido, queremos crear más clubes de lectura juveniles con un nuevo programa que se llamará «En Clave Joven», con un espacio propio renovado en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que será inaugurado oficialmente mañana, 16 de octubre, fecha de su XV aniversario, a las 17.30 horas, al que asistirá el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín. Vamos a insistir en una estrategia continuada con los jóvenes y con los centros docentes, ya que creemos que tienen que venir más. La biblioteca debe ser una alternativa al botellón o incluso voy más allá, a lo mejor algún día la biblioteca organiza un botellón. Así, estamos intentando organizar una serie de actos que atraigan mucho a los jóvenes para que vean que este es su espacio, con música, poesía, redes sociales, talleres y ahora vamos a introducir videojuegos. Por otro lado, a los centros docentes les hemos ofrecido que todas las lecturas de libros que les van a encargar a los alumnos nos lo digan y nosotros los compramos, sin perjudicar a las librerías, como estrategia para que los jóvenes se acerquen a la biblioteca.

Micromecenazgos

¿Qué otras novedades están llevando a cabo?
Con la Caja Rural Castilla-La Mancha y la Consejería de Educación, Cultura y Deportes vamos a desarrollar también el programa «Pasión por leer», que consistirá en una serie de certámenes y concursos de literatura, fotografía y pintura que se van a hacer desde los balcones del edificio. Otro de los pilares que queremos que sustente a la Biblioteca de Castilla-La Mancha es la solidaridad, que sea un centro sin barreras. Así, gracias a un convenio con la Fundación La Caixa, vamos a poner en marcha el programa «Biblioteca Solidaria», con el que un grupo de entre 50 y 100 voluntarios va a llevar la cultura a la calle y va a llevar libros a los hospitales, a los centros de salud, a las residencias de mayores y de discapacitados. Del mismo modo, hemos llevado a cabo un gran número de actividades a coste 0, ya que hemos llamado a la puerta de grandes escritores, músicos, poetas e intelectuales, que han querido venir desinteresadamente. Hemos conseguido que la Biblioteca de Castilla-La Mancha sea un centro de debate con varios ciclos de conferencias sobre diferentes temas, con el único límite del respeto hacia los demás, pues este es un espacio de libertad donde tienen cabida todas las ideologías y religiones. También tenemos la intención de tener micromecenazgos y quiero agradecer, por ejemplo, a la empresa Agua del Rosal por donarnos los botellines para los actos culturales. Pero, además, estamos intentando llegar a acuerdos con los cines, con el Centro del Agua o el C.D. Toledo, con los que nos podemos beneficiar todos.

martes, 26 de marzo de 2013

Entrevista en Diario Crítico de Castilla-La Mancha: "No debe cerrarse ninguna biblioteca; los ayuntamientos deben cambiar prioridades y tirar menos cohetes".

Juan Sánchez, director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha

"No debe cerrarse ninguna biblioteca, los ayuntamientos deben cambiar prioridades y tirar menos cohetes"



Juan Sánchez es el director de la Biblioteca Regional con sede en el Alcázar toledano. Apenas lleva tres meses en el cargo -los cien días de 'gracia' que se 'permite' a todo gestor público para 'acostumbrarse' al puesto- pero lo cierto es que a este funcionario de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no le es, en absoluto, ajeno el mundillo bibliotecario. De hecho fue uno de los 'padres' del actual centro bibliotecario. El más grande de la región.
Su incorporación se ha producido coincidiendo con el 15 aniversario de la Biblioteca de Castilla-La Mancha. No es el mejor momento. La crisis manda. En el aire, la red de 500 bibliotecas que existen en la región. Sánchez, sin embargo, es un optimista por naturaleza y nos da algunas claves para la pervivencia de este servicio público de Castilla-La Mancha.
Pregunta.- ¿Qué sensaciones tiene después de los tres primeros meses en al frente de la Biblioteca Regional?
Respuesta.- Estoy muy contento de poder dirigir este centro. Empecé mi trabajo en la biblioteca pública del Estado en Toledo en 1973 y luego en el servicio de bibliobuses. Tuve la posibilidad de colaborar en la creación de este proyecto hace ya más de 15 años y creo que merece la pena. En época de crisis los profesionales no tenemos que escondernos sino dar la cara y mantener la esperanza. Este es un centro por el que merece la pena trabajar.
P.- No le es ajeno el mundo bibliotecario pero nunca había dirigido una...
R.- Es verdad que no es lo mismo. Hice un proyecto en 1984 para convertir el Alcázar en Biblioteca, luego a principios de los 90 empezamos con los proyectos definitivos que se consolidaron en 1998. Cuando se inauguró, yo era jefe del Servicio Regional del Libro, Archivos y Bibliotecas. Los toros se ven de forma distinta (risas), sí...
En otras ocasiones ya me habían planteado dirigir esta biblioteca pero dije que no por una razón. Quería seguir trabajando por las bibliotecas municipales que eran un reto muy importante, mientras que este ya estaba consolidado. Esta biblioteca ha tenido grandes directores y ahora es distinto. Es un gran centro por el que pasan a diario unas 2.000 personas. En Navidad llegamos a tener hasta 5.000 personas en un día... pero, también, es un centro con grandes problemas que, sin embargo, no me hace perder la paz.
P.- ¿Le ha sorprendido, ahora ya desde dentro, alguna cosa con la que no esperaba encontrar?
R.- Como le decía hemos tenido algunos problemas que ha habido que afrontar. A veces me han quitado un poco el sueño temas relacionados con la seguridad,conflictos que surgen con los ciudadanos...Y luego hay muchas expectativas con la biblioteca y aunque tenemos la puerta abierta a todos, hay problemas que no podemos resolver.
Me ha sorprendido el grado de generosidad de los ciudadanos. Decimos que somos individualistas y nos movemos solo por dinero y no es verdad. Tenemos un presupuesto de 5.000 euros para actividades y estamos llamando a personas para que nos ayuden, gente con mucho prestigio, y vienen. Merece la pena trabajar por los servicios públicos.
Lo repito muchas veces. La biblioteca tiene grandes fortalezas como las propias instalaciones, el hecho de que estemos en el Alcázar. Tenemos no solo la Biblioteca Regional sino también la Biblioteca Pública del Estado, aunque el ciudadano perciba sólo una porque funciona como un todo.
A ello se suman las colecciones, tenemos 450.000 documentos y volúmenes de los que 100.000 son de fondo antiguo. Eso quiere decir que en todos estos años la Junta ha hecho un grandísimo esfuerzo.
Eso es una gran fortaleza porque, ahora que estamos en crisis, estamos tirando de ella. Son unos fondos tan impresionantes que, aunque han bajado tanto los recursos para adquisiciones, nos permite poner en el escaparate fondos que estaban en la trastienda, a través de nuestros centros de interés que son selecciones temáticas para que el ciudadano se lleve al domicilio.
Otra gran fortaleza es el equipo humano. Unas 70 personas en la actualidad. Ahora han venido vacas flacas pero es un equipo tan profesional y tan numeroso que nos permite hacer nuestro trabajo a plena satisfacción.
Y la cuarta fortaleza son los usuarios. Cada día me da más alegría ver esta biblioteca viva. Hay gente que viene porque no tiene otro sitio donde ir. Hablo de personas en riesgo de exclusión y me da mucha alegría que sea el lugar que democratiza el acceso a la información, a la cultura, al ocio positivo...y que no haya barreras. Desde luego aquí no las hay. Todos los servicios son gratuitos.
"Toda la biblioteca se pondrá en clave de solidaridad"


P- ¿Qué proyectos tiene para la biblioteca?
R.- Estamos buscando nuevas complicidades. Por ejemplo con las ONG's. Queremos poner en marcha un programa que llamará 'Biblioteca Solidaria' para que podamos salir de nuestros muros de otra forma.
La biblioteca no está crisis y buscamos lectores no sólo 'pescados en pecera' sino a personas en riesgo de exclusión, con discapacidad, que no pueden salir de casa, que están en hospitales. Y lo vamos a hacer con voluntariado. Les formaremos para llevar libros, lectura a domicilio, queremos apoyar a personas que no saben el idioma y les es difícil moverse, llevar libros a hospitales... Toda la biblioteca se pondrá en clave de solidaridad, pero sin suplantar a nadie.
El objetivo es llegar también a los jóvenes. A veces me preguntan si no vienen jóvenes a la biblioteca y yo les digo que sí, pero vienen a estudiar, a navegar por internet...y lo que queremos es que este sea su centro de ocio habitual. Lo haremos con ayuda de la Asociación de Amigos de la Biblioteca y de los propios medios de comunicación, que nos apoyan mucho.
En abril tendremos creados los dos primeros clubes de lectura para jóvenes con el lema 'La Biblioteca de Castilla-La Mancha busca nuevos jóvenes autores'. Queremos ofrecerles lectura, rutas por Toledo, cursos de creación literaria... Queremos saber qué fuerza transformadora tiene la biblioteca y quizá encontrar algún 'Miguel Hernández'.
P- ¿Esas serían las grandes líneas que se ha marcado? Son retos que coinciden con los 15 años de esta biblioteca regional...
R.- Sí, así es, cumplimos 15 años. Pero me gustaría decirle que no vamos a tener una actitud conservadora. La Biblioteca Regional es como una gran superficie comercial, en la que cada día que se abre el reto es vender. Y ese es mi objetivo como director. La ventaja es que lo que tenemos es gratis.
P.- ¿Y la crisis le permite no ser conservador?
R.- Sí, sí, lo permite... Hemos notado la bajada presupuestaria para adquisiciones y actividades pero estamos reorganizando los equipos humanos. Cosas que antes se hacían con contratos externos a través de empresas, ahora lo hacemos nosotros. Vamos a formar al personal que tenemos para ciertas funciones y estamos siendo muy autónomos e imaginativos.
En un momento en el que se habla de que se privatizan otras cosas, toda nuestra plantilla es personal propio excepto los vigilantes. Somos unos privilegiados. Tenemos un horario amplísimo, desde las 8.30 de la mañana a 9.15 de la noche y los sábados de 9 a 2 pero merece la pena.
José Antonio Marina será el primer 'Socio de Honor' de la biblioteca

P.- ¿Cómo van a celebrar los 15 años de biblioteca?
R.- En 2014 es el IV centenario de la muerte de El Greco y en 2015, se conmemora la publicación de la segunda parte de El Quijote, pero antes este año nosotros celebramos 15 años.
Y no  vamos a concentrar todas las actividades en octubre que es cuando se cumplen esos quince años sino que lo haremos a lo largo de todo el año.
Hemos preparado quince ejes temáticos: Por ejemplo, los debates y conferencias, en las que se hable del presente y del futuro Toledo que queremos. Queremos romper barreras, que todos hagan sus propuestas sin posiciones partidistas y en la que los ciudadanos participen.
Vamos a abrir en nuestra web unos buzones para que se aporten ideas sobre Toledo, también a través de las redes sociales -pronto estaremos en Twitter y ya estamos en Facebook- y las usaremos para comunicarnos con los ciudadanos.
Pondremos en valor todo el patrimonio bibliográfico de la región a través de la web. Y queremos recopilar todo el material relacionado con Castilla-La Mancha que está disperso, fuera de la región. Es un gran reto en el que trabajaremos coordinadamente con la Universidad de Castilla-La Mancha para no duplicar esfuerzos.
Habrá premios y distinciones. Por ejemplo, nombraremos nuestro primer socio de honor. Será un toledano que está haciendo una aportación muy grande al pensamiento como es José Antonio Marina. Lo haremos el próximo 8 de mayo.
Queremos también fortalecer el proyecto Bidicam, la biblioteca digital, para que cualquier ciudadano del mundo acceda a nuestros fondos.
Habrá un personaje que represente a la biblioteca en su cumpleaños y acompañará a los usuarios en visitas guiadas, en animación a la lectura, cuentacuentos...
P- ¿Cuáles son ahora los principales problemas en el ámbito de la biblioteca y de la lectura?
R.- Le doy un dato. El 50% de los toledanos tienen carné de la biblioteca. Probablemente, después de los servicios sanitarios el más utilizado sea el de la biblioteca pero con una diferencia y es que aquí se viene voluntariamente.
Pero indudablemente las bibliotecas tienen problemas. Esta es muy grande y tiene sus fortalezas pero hay otras pequeñas que se han mantenido gracias al apoyo que la Junta de Comunidades daba a los ayuntamientos. En estos momentos, la Junta tiene un problema económico importante y no es posible. El gran reto es que se mantenga esa red de bibliotecas.
Hay que intentar que no se cierre ni una biblioteca y esa es la responsabilidad de las corporaciones locales: que alcaldes y concejales vean en la biblioteca el medio para democratizar el acceso a la cultura y a la información. No debe cerrarse ninguna biblioteca aunque no haya ayudas de la Junta. Habrá que cambiar las prioridades en los ayuntamientos y tirar menos cohetes.
"Se ha dicho a los alcaldes que aguanten las bibliotecas como puedan"

P.- ¿Eso es posible dado el estado económico de los ayuntamientos?
R.- La clave está en los ciudadanos. Si apoyan y reclaman las bibliotecas públicas ningún alcalde cerrará ninguna porque son de los servicios públicos más baratos de

 este país.
En el conjunto de las administraciones públicas se gastaba, y ahora todavía menos, una media de siete euros por habitante y año en el servicio de bibliotecas. En Castilla-La Mancha gastábamos unos 14 euros. Junto con Cataluña éramos de las Autonomías que más gastábamos.
P.- ¿No son un servicio público considerado esencial, entonces?
R.- No, la legislación no ha dejado protegidas a las bibliotecas. Sólo son obligatorias en municipios con más de 5.000 habitantes. Y luego hay ciudades, como es el caso de Guadalajara que no tiene biblioteca pública municipal, sólo tiene la provincial que depende de la Junta.
En la región hay bibliotecas en todos los pueblos de más de 1.000 habitantes, incluso en algunos con menos población. Eso es lo que hay que cuidar, que la red de más de 500 bibliotecas no se venga abajo.  Quienes tienen que blindar las bibliotecas son los ciudadanos.
P.- Lógicamente la Junta es consciente de este problema... ¿Han hablado de ello?
R.- Sé que en la Consejería son conscientes del problema. El otro día tuvimos una reunión con bibliotecarios en Cuenca y el delegado de la Junta les pedía a ellos y a los alcaldes que aguanten como puedan, incluso sin ayuda. El déficit ha supuesto una bajada muy importante en el presupuesto en el ámbito de cultura.
Se está implicando a las diputaciones provinciales para la adquisición de fondos y esa implicación, aunque sea en cantidades muy pequeñas, es muy importante. Nuestra ley de bibliotecas es muy buena. Infinitamente mejor que la nacional que no sirve para nada. Habla mucho de la coparticipación de instituciones y eso es fundamental.
P.- ¿Se ha vivido por encima de las posibilidades en el ámbito cultural?
R.- No es de los sectores donde más se haya gastado nunca. Lo que digo es que cuando se hacen grandes eventos, se gastan cifras enormes y se dedica mucho menos a servicios públicos estables como son las bibliotecas. Si me preguntaran a qué habría que dar prioridad, siempre la daría a los servicios públicos estables. No tiene sentido que en un Centenario se gasten 25 millones de euros y en una red de bibliotecas un millón.
Los grandes eventos están bien pero habrá que cambiar el chip y no sólo buscar el mecenazgo de las empresas para grandes conmemoraciones culturales sino también para colaborar en las actividades culturales cotidianas. Eso sí, los servicios públicos como las bibliotecas no pueden depender de las subvenciones.
Las bibliotecas son muy rentables. Con 5.000 euros este año tenemos actividades todos los días. Y cuanto más tiempo estén abiertas mejor, sobre todo para que los jóvenes tengan alternativas al botellón. Eso se hace con servicios públicos.