jueves, 19 de mayo de 2016

Pasión por leer, pasión por crear

Pasión por leer, pasión por crear
Ana Isabel López-Casero, directora de la Fundación Caja Rural de CLM
Juan Sánchez Sánchez, director de la Biblioteca de CLM

La Fundación de la Caja Rural y la Biblioteca Regional tenemos una misma pasión: las personas de Castilla-La Mancha. Pasión por sembrar solidaridad, por abrir caminos de encuentro entre los ciudadanos, por mejorar nuestra sociedad, por avanzar en criterios de justicia, por democratizar el acceso a la información y la cultura, por trabajar en una educación permanente y un ocio positivo, por convertir la cultura en motor de desarrollo social y económico de nuestra  tierra... Podríamos resumir esos objetivos en uno: pasión por crear. En la Biblioteca de Castilla-La Mancha  se trabaja en la estrategia de promover y afianzar alianzas y una de ellas, muy importante, es la establecida con la Fundación Caja Rural de Castilla-La Mancha para poner en marcha uno de los programas más emblemáticos: “Pasión por leer, pasión por crear”. Ambas entidades tenemos como objetivo servir a los ciudadanos de nuestra región y somos cómplices en un proyecto esencial: conseguir que escritores, fotógrafos, músicos y pintores tengan un espacio para ser, para crear y para poner su objetivo creativo en el libro, la lectura y las bibliotecas, como un modo crucial de incrementar la presencia pública de las bibliotecas en la sociedad.
Esta alianza se materializó por primera vez el  año 2013 con la firma de un convenio de colaboración entre ambas Instituciones. Así nació el  programa  “Pasión por leer”, un programa cultural  por el que se convocaron premios para seis certámenes (relato para adultos, relato para jóvenes, fotografía, pintura rápida y composición musical), todos con el tema obligado de las bibliotecas, la lectura y los valores de estos centros. Esta iniciativa realizada con mecenazgo y con ámbito internacional formó parte en aquel año del programa de la Biblioteca de Castilla-La Mancha con motivo de la celebración de su XV Aniversario (1998-2013).
Tras el éxito de esa convocatoria, la Fundación y la Biblioteca comprobamos la eficacia de la colaboración público-privada en iniciativas culturales y apostamos por hacer crecer esta alianza para desarrollar programas culturales para toda la región. Por ello, un nuevo convenio dio continuidad al programa para el curso 2014-2015, en este caso centrado ahora en la propia Comunidad Autónoma y con un cambio en la denominación del programa, pasándose a llamar  “Pasión por crear”, pues al incluir acciones literarias, artísticas y musicales parecía más conveniente un “contenedor” más genérico. Aún así, decidimos conservar la personalidad de cada uno de los certámenes del programa con su nombre propio, en claro homenaje a las disciplinas artísticas que conforman el programa. De esta manera el certamen de relato breve  se siguió llamado “Pasión por leer”, con  modalidades para adultos y para jóvenes; el de composición musical conservó su denominación “En clave 15”; el  certamen de fotografía “Objetivo 15: 2014” y los certámenes  de pintura rápida “Toledo desde el cielo de la biblioteca”, también con modalidades para adultos y para jóvenes.
La ilusión de ambas instituciones por rendir un merecido homenaje a los participantes y ganadores de los certámenes nos ha llevado a editar el  volumen “Pasión por leer, pasión por crear”, que recoge las obras premiadas en la primera edición (canciones, relatos, fotografías y obras pictóricas), incluyéndose un CD que contiene las tres canciones ganadoras. Para tantos usuarios que aman las bibliotecas, este volumen ofrece historias, imágenes y canciones que tienen como protagonistas libros, lectores, lecturas y bibliotecas públicas.
Hemos querido seguir creciendo y poniendo nuestro grano de arena para construir un programa inspirador para todos. En la tercera edición del programa se ha ampliado a niños para que participen en los certámenes de relato infantil ilustrado. De este modo, son ya siete los certámenes desarrollados, para los distintos tipos de públicos, con una participación de unos 1.700 creadores procedentes de toda España y de numerosos países. Y este viernes, 20 de mayo el Alcázar de Toledo (la propia Biblioteca y el auditorio del Museo del Ejército) acogerá una gran fiesta de la creación cultural con el concierto de la final del certamen de composición musical, apertura de las exposiciones de las obras finalistas de los certámenes de Pintura y  Fotografía, y el acto de entrega de premios  de todos los certámenes, en los que participará una verdadera selección de apasionados por la cultura y el arte.
Las bibliotecas son para todos los públicos, para todos los ciudadanos; por ello nos resulta muy importante que escritores, fotógrafos, músicos y otros artistas creen obras que tengan como objetivo asuntos relacionados o desarrollados en las bibliotecas o que muestren imágenes cotidianas de personas leyendo o participando en iniciativas de las bibliotecas. Con las fotografías seleccionadas se organiza una exposición que caminará de forma itinerante por las bibliotecas de la región. Y esperamos que las canciones galardonadas sirvan también para que las bibliotecas estén más presentes y más cerca de los ciudadanos.
Sin duda hay centenares de certámenes literarios, fotográficos, artísticos e incluso musicales. Pero estos que convocan la Biblioteca de Castilla-La Mancha y la Fundación de la Caja Rural de CLM son muy peculiares: creadores y artistas convertidos en propagandistas y defensores de la lectura y las bibliotecas.


sábado, 7 de mayo de 2016

Pregón inaugural de la XI Feria del Libro de Toledo.




Buenos días.
Estamos en la plaza de Zocodover de Toledo, el corazón de la ciudad, que durante unos días se convertirá en ágora y corazón de los libros gracias a esta nueva edición de la Feria del Libro de Toledo.
Los libros tienen que estar en los hogares, en los centros educativos y socioculturales, en la calle, en las bibliotecas…Gracias a libreros, editores e instituciones, los libros han salido de sus estanterías y han volado a esta plaza para visibilizar que necesitamos libros en nuestras vidas. Agradezco la deferencia que han tenido conmigo de encargarme que pronuncie este pregón inaugural de la feria, apenas a cien metros del edificio de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, que quiere ser corazón de la vida cultural y ciudadana y que atesora libros, audiovisuales y palabras y constituye un verdadero templo del saber, del encuentro, de la convivencia, de la solidaridad, de la esperanza. Las bibliotecas son la puerta democrática de acceso a la información y a la cultura y nuestra biblioteca desea ser la casa de todos los ciudadanos. Esta biblioteca, junto a las bibliotecas públicas municipales, son la garantía del servicio bibliotecario a los toledanos, que tienen derecho a leer y a disfrutar con los servicios que ofrecen las bibliotecas.
Esta Undécima edición de la Feria recuerda al gran poeta Federico García Lorca, que se desvivió para que en su pueblo natal, Fuente Vaqueros, se crease una biblioteca pública y pronunció uno de los discursos más reproducidos y que se conoce con el título de Medio pan y un libro. Los poetas mueven a los pueblos y por eso está bien que se recuerde a uno de los grandes escritores de nuestro país. Es verdad que este año, por distintas circunstancias, recordamos también a Cervantes, Cela y Buero Vallejo.
Lorca decía en su alocución:
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí…a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.”

Estas palabras, escritas en 1931, siguen tremendamente vigentes. ¡Cuántas veces recriminamos a nuestros políticos que en los discursos de investidura, en los presupuestos, en sus programas electorales, no tengan presente la cultura! Por desgracia la cultura no suele ser una prioridad de los gobernantes. Pero para ser justo, esta alcaldesa prioriza estar en este acto de amor al Libro y ha reiterado su presencia en la Biblioteca Regional en numerosas ocasiones; es decir, que también hay gobernantes que piensan en clave de cultura. Ahora tendremos unas nuevas elecciones generales. Y desde este marco incomparable tengo que pedir alto y claro a todos los partidos que piensen en los ciudadanos y que, en el caso de la cultura, apuesten por programas vinculados a las bibliotecas públicas, a la lectura, en potenciar los hábitos lectores. ¡No votaré a ningún partido que no tenga entre sus prioridades los servicios bibliotecarios!
Y seguía diciendo Federico García Lorca:

Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros? 
¡Libros! ¡Libros! He aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras.”

En nuestro tiempo, hay personas, entre ellos bastantes políticos, que piensan que con internet las bibliotecas ya no son tan necesarias y que no se precisan bibliotecarios. Y yo proclamo que no es cierto: ¡Necesitamos leer para ser ciudadanos críticos, para participar de forma activa en nuestra sociedad, para colaborar en construir el bien común, para intentar que la sociedad civil no se resigne a ejercer sólo sus responsabilidades depositando el voto cada cuatro años! Necesitamos libros, información, ideas, debate, proyectos, y para ello las librerías y las bibliotecas son los buques insignias para conseguir una sociedad más lectora y más autocrítica. Tenemos que impregnar a niños y jóvenes una verdadera pasión por la lectura: contra la obligación de leer, establezcamos programas para que descubran leer por placer, el deleite de la lectura. Una sociedad más lectora será una sociedad más justa, más esperanzada, menos manipulable, más participativa y tolerante…
Uno de los autores recordados durante este año, Antonio Buero Vallejo, reivindicó en 1992 la importancia de las bibliotecas públicas:
Los pueblos que aspiren a culturizarse han de consolidar… su red de Bibliotecas Públicas, donde, si tampoco es posible encontrarlo todo, sí se halla mucho más de lo que un pobre hogar podría reunir. Niños y niñas pueden enriquecer en ellas su sensibilidad con los más fascinadores cuentos infantiles. Muchachos y muchachas, satisfacer su sed de aventuras, sentimientos y, fantasía, allí la persona adulta descubrirá el incomparable gozo de la gran obra literaria; quienes estudian dispondrán allí de textos que iluminen decisivamente su tarea.
Emprendamos, pues, la vuelta al mundo y a nuestro propio interior mediante los libros. Somos personas porque leemos y, lo seremos cada vez más si no pasamos día sin lectura. Y el mundo en que vivimos lo es por los libros que lo reflejan. La ciencia, el arte, el pensamiento, no existiría sin ellos. Las Bibliotecas nos esperan siempre; sus estantes nos reservan no sólo auténticos placeres, sino buena parte de nuestra verdadera madurez. ¿Quién, que lo comprenda, querría resistirse a tan limpia llamada?”

Un año después, otro gran escritor y humanista, José Luis Sampedro, habló en su mensaje para el Día del Libro en CLM del valor de la Palabra y dijo:
Leer nos enriquece la vida. Con el libro volamos a otras épocas, y a otros paisajes; aprendemos el mundo, vivimos la pasión o la melancolía. La palabra fomenta nuestra imaginación: leyendo inventamos lo que no vemos, nos hacemos creadores.”
Esa es la clave: hacernos creadores. La pasión por leer conduce a la pasión por escribir, a la pasión por crear, por compartir, por ilusionar, por sembrar esperanzas, por VIVIR...Este escaparate de los libros que se ha instalado en Zocodover es una oportunidad para que cualquier ciudadano descubra el valor del libro, se encuentre con un libro amigo que le está esperando, que desea vivir en el corazón y la cabeza de cualquier persona. Los libros necesitan lectores para sentirse vivos y quienes escribimos necesitamos librerías y bibliotecas para que nuestras palabras e ideas, nuestra imaginación, puedan llegar a los ciudadanos. Librerías y bibliotecas trabajamos por una misma causa, no competimos pues sabemos que ambos espacios culturales son necesarios. En las bibliotecas públicas se democratiza el acceso al saber, a la cultura, a la información; sin ninguna barrera cualquier persona, aunque carezca de recursos, puede utilizar sus servicios y hacer de la biblioteca su segundo hogar. Las librerías también están a nuestro alcance, cerca de nuestras vidas, y en ellas podemos adquirir ese libro que nos dejó profunda huella y deseamos tener en nuestra casa; o regalar ese libro singular que hemos pensado para el amigo, la familia, nuestros hijos…
Editores, libreros y bibliotecarios viajamos de la mano. Pero no vamos solos: a nuestro lado la gente; o mejor: nosotros al lado de la gente, de los ciudadanos de todas las edades. Y los bibliotecarios clamamos a favor de los derechos de los ciudadanos de disfrutar de servicios bibliotecarios de calidad, dotados de presupuestos, con horarios amplios, realizando un programa permanente de actividades culturales en coalición con la sociedad. Hace doce años fui invitado a un foro denominado Bibliotecas y Sociedad y pronuncié una conferencia que tuvo el siguiente título: “La biblioteca pública, derecho de los ciudadanos”, y como introducción proclamé este poema, que hoy reitero, porque aunque han pasado tantos años las circunstancias no han variado demasiado:
Tengo la voz ronca de clamar.

Son ya muchos años de gritar,
como un profeta en el desierto.
Palabras, palabras, palabras lanzadas al viento
defendiendo un derecho que se niega
como el pan y el agua se niega en tantos países de la tierra.

Y sigo caminando.
A veces soy un peregrino de esperanza,
pero tantas veces siento el deseo de quedarme quieto…
y callado,… en silencio….

Es cierto
que ya somos un verdadero ejército
que lucha a favor del libro,
que sueña con que algún día
todos puedan acceder a bibliotecas repletas de palabras y pensamientos,
todos puedan disfrutar
de información en libertad. y en convivencia.
Y, sin embargo, renacen gigantes que muestran sus dientes afilados,
que pretenden segar la cosecha de un trigo
que aún no tiene el tiempo necesario.

Si, en verdad somos un ejército inmenso,
bibliotecarios para un servicio público esencial,
cada uno en su barrio, en su ciudad, en su pueblo,
ofreciendo exquisitos manjares a quienes los demandan,
a quienes los aceptan, a tantos que aman las palabras.

Somos un ejército de paz y de palabras,
pero demasiadas veces yo siento
que soy un corredor de fondo y voy solo corriendo,
sin nadie a mi lado,
y la meta se me antoja lejana,
infinitamente lejos,
y entonces me siento sin fuerzas,
y cesaría en mi empeño
si no fuera por Dios y por el Viento.

Información y lectura son derecho de todos,
derecho de los que viven en las grandes ciudades
derecho de los que viven en las áreas rurales,
en municipios medianos o en pequeñas aldeas,
derecho de los niños y también de los jóvenes,
derecho de los ancianos y de todos los adultos,
de hombres y mujeres y de pobres y ricos,
de inmigrantes que llegaron de tierras lejanas
y de quienes crecieron a la sombra de los árboles de su ciudad.

Y, sin embargo, se sigue negando este derecho
como se niegan el pan y el agua en tantos lugares de la tierra.
¿Cuándo bibliotecas para todos?
¿Cuándo políticos que asuman este derecho con valentía y firmeza?
A caminar, a caminar,
a seguir proclamando las palabras,
aunque el cansancio amenace por los cuatro costados
y te sientas señalado por el dedo como un soñador enloquecido.

Voy terminando. Empecé citando a García Lorca y voy a finalizar con otro de mis poetas preferidos: Gabriel Celaya. Uno de sus poemas más famosos, especialmente en los años setenta, gracias a la versión que hizo el cantautor Paco Ibáñez, se titula “La poesía es un arma cargada de futuro”. Una de sus estrofas dice:
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse....”

En este sentido, pienso que los bibliotecarios tenemos también un enorme compromiso con la sociedad. No podemos desentendernos del problema de desigualdad que existe en nuestro país en cuanto al acceso a servicios bibliotecarios, no podemos lavarnos las manos y desentendernos: la fortaleza más importante en una biblioteca son los ciudadanos que, junto a los bibliotecarios, conforman el doble corazón de una biblioteca. Y por ello quienes, pagados con los impuestos de los ciudadanos, trabajamos en una biblioteca pública debemos ser profetas a favor de las bibliotecas, a favor de este derecho de todos las personas, vivan donde vivan: en una gran ciudad, en un barrio populoso, en una aldea, en un suburbio... , en cualquier región, en cualquier ciudad.
Federico García Lorca luchó para que en su Fuente Vaqueros natal hubiese una biblioteca. Y sufría cuando descubría que mucha gente no podía acceder a los libros. Gabriel Celaya reivindica la poesía como algo necesario en la vida de las personas, en el discurrir cotidiano de la gente. Y dice en el mismo poema:

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.”
Me van a permitir una licencia. Voy a transformar este alegato en un grito a favor de las bibliotecas públicas:

“Bibliotecas para todos,
bibliotecas necesarias
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
exijamos bibliotecas,
defendamos el derecho a las palabras.”

Disfruten de esta Feria del Libro de Toledo, de sus actividades, de las presentaciones de libros, de los encuentros y firmas con autores. Adquieran libros. Apoyemos a libreros y editores, animándoles a seguir su hermosa tarea profesional. Acudan a cualquiera de las bibliotecas de nuestra hermosa ciudad. Y, lean, ¡vivid leyendo!, ¡vivir disfrutando de los libros!, sin duda uno de los paraísos de nuestra vida.
Muchas gracias.